Las frutas y verduras son muy ricas en vitaminas,
minerales, hidratos de carbono complejos con fibra vegetal, y contienen
cantidades mínimas de grasas que además son siempre insaturadas. Tienen un bajo
contenido en calorías y sodio, y carecen de colesterol.
En todos los estudios que se han
realizado a lo largo del tiempo con diferentes poblaciones, siempre se ha
encontrado una alta correlación entre el elevado consumo de frutas y verduras y
la baja incidencia de enfermedades cardiovasculares.
Desde el punto de vista de la
prevención de las enfermedades cardiovasculares, todas las frutas y verduras
frescas que consumamos son pocas.
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Consumir diariamente al menos un buen
plato de verduras frescas o, mejor aún, una buena ensalada. Al cocer la fibra
vegetal cambia su consistencia y pierde parte de sus propiedades, por lo que
es conveniente ingerir una parte de los vegetales de la dieta crudos. Al
cocer la verdura se pierde gran parte de su vitamina C, de la que necesitamos
grandes cantidades para evitar la oxidación de las lipoproteínas en la sangre. |
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Tener precaución en
el consumo de aceitunas, aguacates y frutos secos por su alto contenidos en
grasas. Se recomienda consumir los frutos secos crudos por ser su contenido
de vitaminas mayor. Los cacahuetes son ricos en grasas saturadas y deben
consumirse con precaución. |
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Recordar que el
coco tiene una gran cantidad de grasa saturada y debe evitarse. |
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Las patatas y
demás vegetales ricos en almidón, por las calorías que contienen en
proporción a las cantidades de fibra, vitaminas, minerales, etc., se
considerarán en el grupo de cereales. |
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Al cocinar las
verduras, utilizar preferentemente el hervido, la cocción al vapor o asado
antes que la fritura. En caso de rehogar la verdura, utilizar muy poco aceite
y siempre de oliva. |
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Comprueba el
contenido de sodio de las verduras envasadas. |